EDUCACIÓN Y CULTURA- DIÓCESIS DE PEREIRA

PASTORAL EDUCATIVA

28 de marzo de 2014

ENCUENTRO ESPIRITUAL PARA EDUCADORES 
REGRESO A NAZARET 

La Vicaría de Educación y Cultura de la Diócesis de Pereira, en el marco de la preparación a la Semana Santa, realizará el próximo 5 de abril un Encuentro Espiritual para todos los educadores.
Este encuentro o retiro espiritual, llamado “Regreso a Nazareth”, será dirigido por el Señor Obispo de la Diócesis, Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, y se constituye en la oportunidad para reflexionar sobre nuestra identidad humana, cristiana y profesional.
Los docentes oficiales del municipio de Pereira deben inscribirse enviando un correo a: sem.pereira@yahoo.com con copia a: educacion@diocesisdepereira.org.co con los siguientes datos: Nombre, teléfono, Inst. Educativa, E-mail.
Y los docentes de colegios privados o fuera del municipio de Pereira, hacen la inscripción directamente con la Vicaría de Educación al correo educacion@diocesisdepereira.org.co o llamando directamente a la oficina a los siguientes números telefónicos: 3387600 o al celular 3137374919.

Día: 5 de abril
Hora: 8:00 AM
Lugar: Seminario Mayor “María Inmaculada”

La inscripción es gratuita pero el cupo es LIMITADO.



Behitman A. Céspedes de los R., Pbro.

Vicario de Educación y Cultura

21 de marzo de 2014




Didáctica de la ERE
Manejo de la ere En el aula

üGenerar y potenciar habilidades y destrezas suficientes que le permitan al joven una autoafirmación.

üEs necesario escoger  el modelo didáctico que le permita un mejor desenvolvimiento y beneficie en mayor grado al estudiante:
ØModelo normativo (centrado en el contenido establecido)
ØModelo incitativo (focalizado  en la persona)
ØModelo aproximativo (centrado en la construcción que el estudiante haga  de los nuevos conocimientos)

üNo basta un modelo didáctico tradicional, de hecho  es negativo para la educación actual.

üSe requiere un análisis previo del contexto, tanto general como particular.

üSe debe anticipar a lo que pueda ser aplicado a la cotidianidad de la vida de cada individuo. 

üEl docente debe ser hábil  en el manejo de las ciencias religiosas, poseer cuando menos un conocimiento básico de teología.

üDentro del aula  es fundamental problematizar los contenidos expuestos con el fin de hacer dinámico el aprendizaje.
ü
üEl docente debe apropiarse de la identidad, fines y dinámicas de le ERE.

üSe quiere ante todo, que el Docente conozca dimensionalmente al estudiante
Didáctica en la ERE 
La mayéutica 
üEl arte dialógico es la herramienta más fuerte que posee un Docente en el aula.  ¿Cómo se obtiene?
vActitud propia de un educador, no de un dictador.
vAnteponer la vocación.
vAmar profundamente su profesión.
vExplotando las habilidades personales.
vParte de la experiencia para profundizar en el acto Didáctico.
Propuesta:
Trabajar a partir de la actualidad
*La ecología es un tema de moda:
1. se hace la presentación contextual del hecho, ya sea desde una noticia significativa o una situación concreta de la institución.

2.Propuesta de debate: ¿Qué sucede? ¿Por qué sucede? ¿Cómo sucede? ¿Qué consecuencias promueven este hecho?

3.Relación concreta con la planeación curricular.

*Crear espacios necesarios para que cada estudiante de un punto de vista acerca de su imagen de Dios o su imagen de trascendencia




Didáctica de la ERE
Manejo de la ere En el aula
Comprendamos el término
üProviene del término  griego didaktiké
üEs esencialmente el arte de enseñar.
üPodemos comprender como la capacidad de enseñar bien o mejor.

üEs también enfocada en la adecuada utilización de recursos tecnológicos.

Comprendamos el término…
Expertos definen la didáctica
üHans Aebli: Es una ciencia que auxilia a la Pedagogía para todo lo que tiene que ver con las tareas educativas más generales. Asegura que la didáctica científica es el resultado del conocimiento de los procesos educativos en el intelecto de un individuo y las metodologías utilizadas.
üLuis Alves de Mattos: Es una doctrina pedagógica cuya meta es definir una técnica adecuada de enseñanza y dirigir eficazmente el aprendizaje de un grupo. Posee un carácter práctico y normativo que debe ser respetado.
ü
üKarl Stöcker, por su parte asegura que es una teoría que permite dar instruccionesen la enseñanza escolar de todos los niveles. Analiza todos los aspectos de la enseñanza (fenómenos, preceptos, principios, leyes.
Comprendamos el término
¿Qué es  didáctica?
La didáctica es la rama de la Pedagogía que se encarga de buscar métodos y técnicas para mejorar la enseñanza, definiendo las pautas para conseguir que los conocimientos lleguen de una forma más eficaz a los educados.
¿Qué nos permite la  didáctica?
Nos permite además:
üAbordar
üAnalizar
üDiseñar los esquemas y planes 
Todos ellos, destinados a plasmar las bases de cada teoría pedagógica.

Específicamente…
Hablar de didáctica en la clase de ERE,  nos lleva a pensar en:
ü Las dificultades pedagógicas del área
üLos procesos socioculturales a los que se ven sometidos las personas presentes en el aula
üLa posibilidad de EDUCABILIDAD de los estudiantes

üEl acompañamiento en el crecimiento trascendente de la persona.
üLa didáctica sirve a los Docentes para desarrollar contenidos, ordenar y respaldar tanto los modelos de enseñanza como el plan de aprendizaje. 
üLa puesta en marcha de la Didáctica se conoce como acto didáctico que se compone de tres elementos fundamentales:

ØEl Docente
ØEl Estudiante
ØEl contexto de aprendizaje.

Para llevar a cabo el propósito didáctico
Habilidades del docente:
üConocer profundamente la disciplina.

üLa capacidad de comunicar sus conocimientos y propósitos.

üComprender las necesidades inmediatas de cada estudiante.

üFundamentar con habilidad las actividades desde el hecho religioso.
üTener una finalidad clara en el ejercicio que se desarrolla.





PEDAGOGÍA, FORMACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO
Educar significa
ü La educación consiste , en efecto,  en ser el hombre cada vez más hombre ; en que él pueda ser más y no solamente tener más, y que en consecuencia, a través de todo lo que tiene,  todo lo que posee , sepa él cada vez más  plenamente ser hombre. Para esto es necesario que el hombre sepa ser más, no solamente con los otros, sino también para los otros.  (Juan Pablo II) 

El profesor de ere
*Qué hago realmente cuando educo?
*¿A qué me dedico realmente siendo profesor?
*
*¿Cuál es el aliciente inicial para ser docente?
*
*¿mi docencia es puramente lúdica y cosificante?

El profesor cristiano
en la ere
Existe una diferencia sustancial entre el profesor de ERE y un profesor confesional que dirige la ERE.
*¿Qué tiene que ver mi cristianismo con mi docencia?
*
*¿Influye en algo ser cristiano en mi tarea diaria en la institución?
*
*Mi religiosidad ¿es algo privado o ilumina el encuentro con mis estudiantes?
*¿tiene algo que ver mis creencias con la visión que tengo sobre mis estudiantes?

Si la educación supone el crecimiento de las personas, si entraña un incremento en la humanidad por el desarrollo de su propio proyecto, esto compromete tanto al estudiante como al profesor.

En el proceso educativo , pues, no solo debe crecer el estudiante como persona, sino también el profesor.








12 de marzo de 2014

JORNADA PEDAGÓGICA PARA DOCENTES DE

EDUCACIÓN RELIGIOSA

                       
Apreciados Educadores.                                             
Somos conscientes de la importancia de la Educación Religiosa Escolar (área fundamental y obligatoria, según la Ley General de Educación) en la adquisición del sentido de la existencia personal, en la formación para la vida familiar y social y en la apropiación de valores que ayude a los estudiantes a prepararse mejor para servir a la sociedad mediante una educación integral.
También sabemos que en muchas instituciones educativas y, particularmente, en muchos docentes falta una formación apropiada que les permita descubrir el valor de la formación religiosa para los estudiantes e impartirla con más idoneidad.

Por tal razón, y como respuesta a la necesidad de implementar estrategias que ayuden a formar a nuestros docentes en la ERE, ofrecemos un espacio formativo sobre principios y propuestas metodológicas para la Educación Religiosa, a través de una jornada pedagógica programada para el día 19 de marzo del año en curso, cuyo tema principal será Vida, vocación e identidad del Educador. Además tendremos información sobre los Programas y los Estándares para la Educación Religiosa.

Le invitamos a que se inscriban y participen de este acto académico que redundará en bien, no solo de los estudiantes y docentes, sino también de toda la comunidad educativa.


PARTICIPANTES:      Docentes de Educación Religiosa en Básica Primaria, Secundaria y Educación Media; Integrantes de consejos académicos de instituciones educativas.

FECHA:                         Miércoles 19 de marzo de 2014, de 7:30 A.M. a 1:00 P.M.
LUGAR:                        Universidad Católica de Pereira
INVERSIÓN:               La Jornada es GRATUITA, pero el CUPO ES LIMITADO.
CONVOCA:                   Vicaría de Educación y Cultura de la Diócesis de Pereira y la Licenciatura de Educación Religiosa de la UCP con el apoyo de sm Colombia.

SE ENTREGARÁ CERTIFICACIÓN DE ASISTENCIA


INFORMACIÓN/INSCRIPCIONES: Curia Episcopal, Calle 20 # 7-40 Tel. 3387600  Cel 313-7374919

   



Behitman A. Céspedes de los R., Pbro.

Vicario de Educación y Cultura

3 de marzo de 2014

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO 
PARA LA CUARESMA 2014
Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?

La gracia de Cristo

Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).

¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su “yugo llevadero”, nos invita a enriquecernos con esta “rica pobreza” y “pobre riqueza” suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).
Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.

Nuestro testimonio

Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.

A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.

No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.

El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.

Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.
Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.
Vaticano, 26 de diciembre de 2013
Fiesta de San Esteban, diácono y protomártir

FRANCISCO



 
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