KERIGMA: COMIENZO DE LA EVANGELIZACIÓN
La expresión "primer anuncio" resuena en los oídos de un cristiano con espíritu misionero como gran ideal, como un programa de Vida, como una vivencia, pues anuncio es comunicación de la fe.
"En la compleja realidad de la misión, el primer anuncio kerigmático tiene una función central e insustituible, porque introduce en el misterio del amor de Dios, quien lo llama a iniciar una comunicación personal con él en Cristo y abre la vía para la conversión" (RMi, 441).
Al hablar del anuncio este texto da relieve e importancia a la realidad del kerigma. Palabra que no debería sonar extraña para el cristiano. Por kerigma se entiende la presentación de Jesús con sus tres grandes títulos: Salvador, Señor y Mesías. También se le denomina "proclamación" en cuanto anuncia la muerte, resurrección y glorificación de Jesús.
La evangelización comienza con el kerigma el cual es vida nueva, experiencia de fe, Buena Noticia y poder del Espíritu.
KERIGMA: CIMIENTO Y TESORO
El kerigma es el cimiento de la construcción y debe permanecer siempre, de lo contrario la "casa se vendrá abajo". Es el primer encuentro con Cristo y se busca que sea un encuentro vivencial, de ojos abiertos y corazón palpitante. Es la roca sobre la que se construye con solidez, a diferencia de la arena que no da seguridad. Y es lo primero que se coloca. Y el albañil no es otro que el cristiano con dinamismo misionero.
KERIGMA: IDENTIFICACIÓN Y TRANSPARENCIA
El evangelizador debe ser testigo lleno del Espíritu Santo, totalmente identificado con el mensaje que anuncia. Jesús no anunciaba la palabra de Dios, Él era la Palabra de Dios. La identificación con su Padre era plena. Así nosotros debemos incorporarnos a Cristo, apropiarnos de la vida que Él nos ha dado. Se trata de que el Pbro. Lic. Arturo Barranco Comisión de Pastoral Misionera mensaje que tenemos en la cabeza pase al corazón. Es una de las primeras exigencias que tiene elkerigma para que sea verdadero anuncio de Jesucristo en la vida del evangelizador.
Al mismo tiempo, la identificación nos debe llevar a la transparencia. Transparencia es la propiedad de dejar ver, a través de sí, algo más. Jesús era transparente. A través de Él se veía al padre y su amor. "Nadie va al Padre sino por mí" [Jn 14, 61]. Para evangelizar hay que vivir como personas de Dios con la transparencia de los santos. Aún más: la esencia de la misión incluye la transparencia. Transparentar al amado, de modo que al anunciar a Jesucristo la otra persona lo vea.
KERIGMA: RUPTURA Y ÉXODO
El primer anuncio no se puede hacer sin romper los muros. Ante todo el muro del encerramiento en la propia realidad. Lo realizó Jesús quien "siendo Dios... se despojó tomando la condición de servidor" [Flp 2, 6-7]. Tuvo que hacer una especie de éxodo de la divinidad hacia la humanidad.
Este éxodo o salida se repite en todo el ministerio de Jesús, saliendo siempre más allá de las fronteras, rompiendo el muro del preconcepto, saliendo de los códigos sociales, culturales, religiosos, escogiendo a aquellos que eran rechazados. Las múltiples formas de salida representan los múltiples esfuerzos para llegar a la gran variedad de situaciones donde el Evangelio no ha sido anunciado.
Kerigma: experiencia comunicada de corazón a corazón
La persona que se ha encontrado e identificado con Jesús transparenta vida y rompe fronteras, siente que debe salir de su tierra con Cristo, salir de su tierra. Elkerigma vivido no se puede quedar en lo oculto. Debe ser ECO comunicado. Por ¡lo, el corazón no puede permanecer cerrado, sino que debe hablar a todos con el lenguaje propio del corazón; no es la comunicación de datos, ni de nociones, ni de doctrinas sino de la experiencia viva dé Jesús que sale de un corazón destinado directamente a otro corazón. Porque es ahí en el corazón donde Dios influye en el hombre 12 Cor 4, 6-71, donde habita especialmente, don de derrama en abundancia su amor [Hch 16, 14].
UN CUENTO PARA FINALIZAR
Para concluir tal vez es bueno traer una pequeña historia.
En una reunión de artistas, un declamador muy famoso deleitaba a los demás recitando trozos de poetas y dramaturgos maravillosos, empezando por Pablo Neruda, Shakespeare y otros. Un sacerdote estaba allí y en un momento de descanso le preguntó si podía declamar el salmo 23 sobre el pastor. El declamador le respondió: Claro que puedo y lo voy a declamar pero, como condición, después de que yo lo declame también usted lo declamará. El sacerdote, extrañado por la propuesta, aceptó. La declamación del artista fue preciosa, entusiasta. Una lluvia de aplausos cerraron su presentación.
Luego fue el turno del sacerdote. Declamó el mismo salmo 23 sobre el pastor. Al terminar, no hubo aplausos, sólo un silencio muy grande, un silencio especial, diríamos espiritual. Tal vez de algún ojo se escapó una lágrima. Pasados unos instantes el declamador se levantó y dijo: "Ustedes acaban de presenciar algo muy grande". Yo declamé el salmo sobre el pastor porque conocía muy bien las palabras, pero él conocía al pastor.
Hablar, proclamar, gritar lo que está en nuestro corazón, es el movimiento de amor que se llama Misión. De ahí la importancia de comprender la llamada que nos hace la Misión 2000 a vivir y anunciar el kerigma SE LUZ DE DIOS EN TU CIUDAD.