EDUCACIÓN Y CULTURA- DIÓCESIS DE PEREIRA

PASTORAL EDUCATIVA

13 de diciembre de 2013

El sentido de la educación

La educación ha de tener como cometido ayudar a las personas a clarificar sus convicciones vitales. Las personas esperan que la educación les nutra de ideas que hagan el mundo y sus propias vidas inteligibles. Cuando una cosa nos resulta inteligible se tiene un sentimiento de participación, pero cuando nos es ininteligible el sentimiento que nos embarga es de alienación, de alejamiento.

Cabría preguntarse: ¿qué comporta todo esto para la escolarización? La necesidad de recuperar el poder de la comunicación auténtica, del diálogo fecundo que propicie la indagación personal sobre los motivos de nuestras acciones, de una determinada actuación profesional; pero, sobre todo, de los motivos del alumnado para adentrarse en la aventura del conocimiento

Existen algunas creencias erróneas sobre qué es y qué se hace en un centro educativo. La tendencia generalizada es pensar que las instituciones escolares garantizan la transmisión de contenidos (bien sean conceptos, procedimientos o actitudes) identificados como relevantes y pertinentes para alcanzar un determinado orden social, económico y político. Pero en los centros de primaria y de secundaria se aprenden muchas más cosas. El centro escolar representa un espacio de vida social de extraordinaria relevancia en el desarrollo infantil y juvenil de los futuros ciudadanos y ciudadanas.

Cuando en nuestras aulas se están impartiendo las áreas de matemáticas, lengua, geografía e historia… están paralelamente ocurriendo múltiples incidentes y situaciones en ese espacio social. Los jóvenes están aprendiendo a resolver problemas de relación entre compañeros y/o con el profesorado, están aprendiendo a participar, a convivir, están experimentando en su propia piel, o en la ajena, situaciones de marginación o de integración en la dinámica cotidiana de la clase, aprenden hábitos de limpieza y manejo de instrumentos, de orden, de puntualidad… Estos aprendizajes serán de gran relevancia en la transición al mundo del trabajo y al mundo adulto.

Las situaciones potenciales para aprender sobrepasan los muros de la escuela y se fraguan en el espacio del hogar y en el espacio social en su conjunto. Así pues, educan los ciudadanos y ciudadanas que con sus comportamientos cívicos o incívicos sirven de ejemplo a los más jóvenes; la clase política cuando actúa buscando el bien común y no su beneficio personal; los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado cuando emprenden acciones acordes a las normas y hacen un buen uso del poder que les ha sido conferido para poner orden en el espacio social; etc.

El profesorado, los padres y madres han de educar a través del diálogo humano abierto y auténtico. Como señala Postman (1999: 39-40):

El libre diálogo humano, deambulando por donde permita la agilidad mental, sigue estando en el centro de la educación. Si el profesorado carece del tiempo, del aliciente o del ingenio necesarios para propiciarlo; o si el alumno está demasiado desmoralizado, aburrido o distraído como para dedicar la suficiente atención que su profesor o profesora requiere de él, ése es el problema educativo que hay que ver, y hay que resolverlo desde dentro de la experiencia, tanto del profesorado como del alumnado.


Postman, N. (1999): El fin de la educación. Una nueva definición del valor de la escuela. Barcelona: Octaedro.

El sistema educativo es anacrónico

Video del programa redes donde Ken Robinson, llama a demoler un sistema educativo nacido para una sociedad industrial que ya casi no existe. Un vídeo reflexionar.


12 de diciembre de 2013

La historia de las cosas o la crisis del sistema

La historia de las cosas (en inglés The Story of Stuff) es un documental web sobre el ciclo de vida de bienes y servicios.

El documental de 20 minutos presenta una visión crítica de la sociedad consumista. Expone las conexiones entre un gran número de problemas sociales y del ambiente, y nos convoca a todos a crear un mundo más sostenible y justo. El documental se dividide en 7 capítulos: Introduction(Introducción), Extraction (Extracción), Production (Producción), Distribution (Distribución), Consumption (Consumo), Disposal (Residuos) , yAnother Way (Otro camino).

El documental describe la economía de materiales, un sistema compuesto por extracción, producción, distribución, consumo, y residuos. Este sistema se extiende con personas, el gobierno, y la corporación.

Pilares fundamentales del aprendizaje en el siglo XXI y aprendizaje basado en problemas

Fernando Trujillo es profesor de la Universidad de Granada especialista en educación y en la enseñanza de idiomas. En este estupendo vídeo de poco más de 11 minutos, hace un recorrido por una serie de temas clave que nos ayudarían a cambiar unos procesos educativos caducos y anclados en en pasado hacia otra formas, otros procesos, otras estrategias más acordes con nuestros alumnos del siglo XXI, desarrollando una serie de competencias y habilidades que son imposibles desarrollar con unas metodologías excesivamente librescas y academicistas al uso.

Fernando propone el desarrollo de una metodologías favorecedoras del aprender haciendo mediante el trabajo por proyectos y el uso de las TIC

Tercer Domingo de Adviento

Mt 11,2-11

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, 
"¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?"

"Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio."

¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!

"Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti."

CURAR HERIDAS

La actuación de Jesús dejó desconcertado al Bautista. Él esperaba un Mesías que extirparía del mundo el pecado imponiendo el juicio riguroso de Dios, no un Mesías dedicado a curar heridas y aliviar sufrimientos. Desde la prisión de Maqueronte envía un mensaje a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”.

Jesús le responde con su vida de profeta curador: “Decidle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia”. Este es el verdadero Mesías: el que viene a aliviar el sufrimiento, curar la vida y abrir un horizonte de esperanza a los pobres.

Jesús se siente enviado por un Padre misericordioso que quiere para todos un mundo más digno y dichoso. Por eso, se entrega a curar heridas, sanar dolencias y liberar la vida. Y por eso pide a todos: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”.

Jesús no se siente enviado por un Juez riguroso para juzgar a los pecadores y condenar al mundo. Por eso, no atemoriza a nadie con gestos justicieros, sino que ofrece a pecadores y prostitutas su amistad y su perdón. Y por eso pide a todos: “No juzguéis y no seréis juzgados”.

Jesús no cura nunca de manera arbitraria o por puro sensacionalismo. Cura movido por la compasión, buscando restaurar la vida de esas gentes enfermas, abatidas y rotas. Son las primeras que han de experimentar que Dios es amigo de una vida digna y sana.

Jesús no insistió nunca en el carácter prodigioso de sus curaciones ni pensó en ellas como receta fácil para suprimir el sufrimiento en el mundo. Presentó su actividad curadora como signo para mostrar a sus seguidores en qué dirección hemos de actuar para abrir caminos a ese proyecto humanizador del Padre que él llamaba “reino de Dios”.

El Papa Francisco afirma que “curar heridas” es una tarea urgente: “Veo con claridad que lo que la Iglesia necesita hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor, cercanía y proximidad a los corazones... Esto es lo primero: curar heridas, curar heridas”. Habla luego de “hacernos cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela”. Habla también de “caminar con las personas en la noche, saber dialogar e incluso descender a su noche y oscuridad sin perderse”.

Al confiar su misión a los discípulos, Jesús no los imagina como doctores, jerarcas, liturgistas o teólogos, sino como curadores. Su tarea será doble: anunciar que el reino Dios está cerca y curar enfermos.


José Antonio Pagola


6 de diciembre de 2013

50 Preguntas a la enseñanza de la Religión Católica en la escuela


Todo lo que debe saber sobre la enseñanza de la Religión Católica en la escuela. 


Todos somos conscientes de las dificultades por las que pasa la enseñanza de la Religión Católica en la escuela. La desvalorización de esta enseñanza como si fuera un añadido al currículo escolar, la no evaluación del estudio de la religión como demanda su equiparación a cualquier asignatura, la discriminación que sufre al proponerla como opción junto a otras actividades de estudio sin ningún valor académico y el trato discriminatorio a sus profesores, ocasionan continuos problemas a padres, profesores y alumnos a la hora de optar, impartir o recibir esta enseñanza. 

Muchas de las actitudes negativas hacia la enseñanza religiosa católica revelan un desconocimiento de lo más básico y, en otras ocasiones, deliberadamente parecen pretender desinformar a los que de buena fe escuchan o leen sus opiniones. Por otra parte, son muchos los que demandan a la Iglesia Católica información veraz sobre los hechos y, desde luego, su propia opinión. En esta publicación el Secretariado de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis pretende informar de forma sencilla y directa, a quienes así lo deseen, sobre las grandes cuestiones de la enseñanza religiosa católica que están en la opinión pública periódicamente y que merecen una aclaración por nuestra parte. No se pretende ser exhaustivos en temas tan complejos, sino sólo informar de lo esencial y de forma concisa para facilitar la lectura en un tiempo que demanda agilidad en la información. 

Esperamos que esta publicación constituya un servicio para el conocimiento y comprensión de los problemas planteados y, sobre todo, una ayuda sencilla para los padres, profesores y alumnos que opten por una formación religiosa católica que responda a sus convicciones.

Descargue el documento completo en pdf Aquí

3 de diciembre de 2013

Cine Club "Juan Pablo II": “El cuarto rey mago”

Este próximo 5 de diciembre nuestro Cine Club "Juan Pablo II", presentará la película “El cuarto rey mago”


La historia de un hombre en su búsqueda del verdadero sentido de la vida.

Basado en el clásico de Henry van Dyke ‘La Historia del Otro Rey Mago’, es un recuento ficticio de los tiempos bíblicos, narrado en términos jocosos. Se trata de un mago llamado Artabán (Martin Sheen) que estudia las profecías y es testigo de una señal en los cielos que espera que lo guíe a él y a su fiel siervo, Orantes (Alan Arkin), hasta el Mesías.

Artabán lleva con él tres preciosos regalos para presentarle al Mesías. Durante 33 años, Artabán y Orantes siguen a Jesús, pero lo pierden de vista cada momento. En el camino, Artabán usa sus regalos para ayudar a varias personas en tremendas necesidades. Ahora no tiene nada que presentarle al Mesías cuando lo encuentre.

La historia culmina el Domingo de Resurrección cuando Artabán, viejo y a punto de morir, finalmente encuentra al nuevo Rey y halla paz en los últimos momentos de su vida.

Jueves 5 de diciembre - 7:00 p.m. 
Auditorio Juan Pablo II, calle 21 # 7-25, piso 3, detrás de la Catedral.
Entrada libre.
"Con el arte revivimos los valores de la fe"

15 de noviembre de 2013

Cuando las palabras no alcanzan y una omisión nefasta

Palabras, palabras, palabras. ¡Qué poderosa es la palabra! Ella puede mover los corazones hacia el bien hasta lo indecible, cuando es escuchada y, a la vez, asumida. La palabra valiosa transforma a la persona cuando ésta se adhiere a lo que aquélla transmite y se hace una con su carga de ideas, sentimientos y valores.
También las palabras pueden mover a los seres humanos por malos derroteros o hacia la más completa inacción o desidia, pero no quiero ocuparme aquí de esto.
Cuando la palabra es echada a los vientos y se diluye sin ser oída, resulta vana su emisión. Su contenido no se derrama en ningún espíritu. No fertiliza ni transforma.
El exceso de palabras nos lleva también a la rutina de escucharlas, sin que nos interese, por hastío o costumbre, qué nos están diciendo. Por eso también es bueno el silencio.

Ahora bien, en estos pensamientos (volcados, justamente, en palabras), quiero llamar la atención sobre un hecho del que solemos no percatarnos: muchas palabras pronunciadas nunca serán oídas por sus destinatarios porque a ellos no les interesa escucharlas o porque no tienen la capacidad de hacerlo. Esto tiene una grave consecuencia cuando las palabras dichas constituyen una norma, una ley, una advertencia o un consejo, con la finalidad de lograr un bien.

¿Un ejemplo, o dos?
1) ¿Cuánto se dice desde diversas fuentes acerca de respetar las normas de tránsito, la vida de los peatones y de los pasajeros? ¿Quién no ha escuchado decir que no se debe pasar con el semáforo en rojo, que los motociclistas deben usar casco, que no se debe hablar por teléfono al conducir? Sin embargo, basta recorrer un poco las calles para ver cómo, para una enorme cantidad de personas, todas estas indicaciones caen en saco roto, porque a dichos destinatarios no les interesa oírlas.Posiblemente se consideren el centro del universo; el individualismo en su máxima expresión.
2) Pregúntenle a cualquier buen directivo de un colegio sobre todas las cosas que se dicen, se escriben y se enuncian por distintos medios escolares: notas, cuadernos de avisos, reuniones de padres..., tendientes al logro de objetivos de interés educativo para los hijos. Por ejemplo, que hay que acompañar a los hijos en la etapa escolar, controlando que estudien, que hagan las tareas...; que los hijos deben cumplir con un uniforme establecido (en el caso de que lo haya), que es su obligación asistir a algunas reuniones y también retirar periódicamente su boletín de calificaciones... ¿Pero qué sucede? Sucede que unos pocos padres que escuchan esto lo cumplen dócilmente, mientras que el resto, generalmente un grupo considerable, no se interesa por oírlo y menos por acatarlo.Posiblemente tendrán asuntos personales más interesantes que atender, como la cuenta bancaria, el negocio, o qué ropa se va a poner cuando salgan el fin de semana.

En el título de este artículo he mencionado una omisión. ¿A qué me refiero? A la omisión gravísima de quienes tienen la responsabilidad de castigar las infracciones a las normas. Los ciudadanos comunes no podemos intervenir contra los delitos o transgresiones a las leyes; ése es el deber y la función de otros: los agentes de tránsito, los jueces, la policía, las autoridades educativas jurisdiccionales, etc., como así también, indirectamente, de quienes legislan. ¿Hasta cuándo se dirá que la enorme cantidad de accidentes disminuirá con más educación vial? ¡Si a los inescrupulosos no les interesa oír normas! ¿Hasta cuándo se va a hablar de crisis educativa por esto o por lo otro? ¡Si los principales responsables no quieren asumir sus deberes porque sólo oyen de derechos!

La inacción de los agentes responsables (que por eso son, más precisamente, irresponsables) tiene ya graves consecuencias y a futuro las tendrá peores aún. Se controla si uno está bien o mal estacionado, en cuyo caso se nos multa justamente, pero no se castiga a quien pasa el semáforo en rojo o a quien conduce hablando por teléfono, que cometen faltas harto más graves. Hasta que alguna vez alguien resulta gravemente herido o muerto. ¿Acaso la culpa no es también de quien omitió el control y, eventualmente, el castigo? Se tratan ciertos casos de violencia escolar con la absurda panacea de la "resolución pacífica de conflictos", no siendo posible expulsar a un alumno realmente peligroso para no "discriminarlo". Hasta que ese muchacho tristemente antisocial e inadaptado lastima gravemente a un inocente. Entonces, ¿de quién es la culpa, de él o de quien no arbitró los medios para evitar el mal?

El castigo tiene también un valor educativo, para aquel que no asume las propuestas de cambio positivo que se le hacen, o para quien tiene la incapacidad de cambio por diversas causas. Y los que se portan bien se sentirán protegidos.

A largo plazo esta omisión tiene aún una consecuencia más nefasta: quela sociedad habrá sido deseducada en el antivalor de la transgresión a las normas, se habrá constituido una "cultura de la transgresión". Será lo más común del mundo vivir en una sociedad donde lo habitual sea el caso omiso a leyes y normas, donde la convivencia se reducirá a una búsqueda de la ventaja para uno mismo o a "llevar agua para el propio molino". (No digo "ley de la selva" como habitualmente se dice. En la selva las normas se respetan.)

No creo que les interese leer esto a los transgresores. Quizá lo lea alguien que tenga la responsabilidad y la facultad para educar por la fuerza del castigo y de la multa, o para legislar en esa dirección. Es hora de que se ponga a trabajar, porque la comunidad se está destruyendo y se está convirtiendo en un conjunto de individuos que luchan entre sí por sobrevivir en un ambiente hostil, protegiéndose a sí mismos y a los suyos.

6 de noviembre de 2013

Cine Club "Juan Pablo II" presentará la película "La Vida de Pi"

Este próximo 7 de noviembre nuestro Cine Club "Juan Pablo II", presentará la película "La Vida de Pi"



Foto: Este próximo 7 de noviembre nuestro Cine Club "Juan Pablo II", presentará la película "La Vida de Pi"

La vida de Pi está dividida en tres secciones. En la primera, el personaje principal, Pi, un adulto, recuerda su infancia. Se le puso de nombre Piscine Molitor Patel por una piscina en Francia. Cambió su nombre por el de "Pi" cuando comenzó la escuela secundaria, porque está cansado de que se burlen de él con el apodo de "Pissing Patel" ("Patel el Meón"). Su padre es dueño de un zoológico en Pondicherry, lo que ofrece a Pi un estilo de vida relativamente acomodado y una cierta comprensión de la psicología animal.8
Pi se cría como hindú, pero solo hasta los catorce años de edad, cuando a la entra en contacto con el cristianismo y el Islam, y empieza a seguir a las tres religiones, puesto que "sólo quiere amar a Dios."9 10 Trata de entender a Dios a través de la lente de cada religión y llega a reconocer los beneficios de cada una.
Finalmente, su familia decide vender sus animales y marchar a Canadá a causa de los problemas políticos en la India. En la segunda parte de la novela, la familia de Pi se embarca en un pequeño barco japonés rumbo a Canadá llevando algunos de los animales de su zoo, pero tras unos días de navegación el buque se encuentra con una tormenta y naufraga. Después de la tormenta, Pi recupera la conciencia en un pequeño bote salvavidas con un Tigre de Bengala, una hiena manchada, una cebra herida y un orangután . Pi instintivamente asigna a cada animal su propia personalidad, basada en sus propias observaciones de los animales en el zoológico de sus padres, y las características de las personas en su vida.
Mientras Pi se esfuerza por sobrevivir entre los animales, la hiena es la primera en sucumbir al hambre y mata a la cebra y al orangután, entonces aparece un tigre de bengala llamado Richard Parker (que estaba oculto en el barco) y mata a la hiena. Pi queda como el otro superviviente. Encuentra alimentos y agua en el barco, pero cuando empiezan a escasear, comienza a pescar no sólo para alimentarse sino para asegurarse de que Richard Parker tenga lo suficiente para comer. Pi alimenta a Richard Parker para que el tigre hambriento no lo mate y además se asegura de que el tigre le considere como un animal alfa y por lo tanto se abstenga de atacarlo.
Pi relata que después de un tiempo indeterminado en el mar, la pareja se encontró con una isla misteriosa, aparentemente formada por algas comestibles que soportan un bosque y una gran población de mangostas. Después de un período de recuperación, Pi tiene miedo de la isla después de descubrir que las algas son carnívoras y se va con el tigre. En total, Pi sobrevive 227 días en el bote salvavidas, a menudo entre delirios por la sed y el hambre. El bote salvavidas llega a la costa de México y Richard Parker se escapa a la selva cercana, por lo que los rescatadores encuentran sólo a Pi.
La tercera parte de la novela es una conversación entre dos funcionarios del Departamento Marítimo del Ministerio de Transporte japonés. Tratan de averiguar por qué se hundió el barco, por lo que entrevistan a Pi, pero no creen su historia. Pi luego cuenta una historia similar, pero esta vez sin animales. Por contra, narra una historia de brutalidad humana, en la que está a la deriva en un bote salvavidas con su madre, un marinero con una pierna rota, y el cocinero, que mató a la madre y al marinero y los troceó para usarlos como cebo y comida. Paralelismos con la primera historia de Pi llevan a los funcionarios japoneses a creer que el orangután representa a su madre, la cebra representa el marinero, la hiena representa al cocinero y Richard Parker es el propio Pi. Pi pregunta si esta nueva historia es aceptable, o si debe cambiar algún fragmento que todavía sea demasiado increíble; los funcionarios cambian otra vez de tema con el hundimiento de la nave. Después de dar toda la información relevante, Pi pregunta al hombre que quería relatar su increíble historia cuál de las dos historias prefiere, y elige la historia con los animales. Pi se lo agradece y dice, "y sea la voluntad de Dios".

Jueves 7 de noviembre - 7:00 p.m. 
Auditorio Juan Pablo II, calle 21 # 7-25, piso 3, detrás de la Catedral.
Entrada libre.
"Con el arte revivimos los valores de la fe"La vida de Pi está dividida en tres secciones. En la primera, el personaje principal, Pi, un adulto, recuerda su infancia. Se le puso de nombre Piscine Molitor Patel por una piscina en Francia. Cambió su nombre por el de "Pi" cuando comenzó la escuela secundaria, porque está cansado de que se burlen de él con el apodo de "Pissing Patel" ("Patel el Meón"). Su padre es dueño de un zoológico en Pondicherry, lo que ofrece a Pi un estilo de vida relativamente acomodado y una cierta comprensión de la psicología animal.8
Pi se cría como hindú, pero solo hasta los catorce años de edad, cuando a la entra en contacto con el cristianismo y el Islam, y empieza a seguir a las tres religiones, puesto que "sólo quiere amar a Dios."9 10 Trata de entender a Dios a través de la lente de cada religión y llega a reconocer los beneficios de cada una.
Finalmente, su familia decide vender sus animales y marchar a Canadá a causa de los problemas políticos en la India. En la segunda parte de la novela, la familia de Pi se embarca en un pequeño barco japonés rumbo a Canadá llevando algunos de los animales de su zoo, pero tras unos días de navegación el buque se encuentra con una tormenta y naufraga. Después de la tormenta, Pi recupera la conciencia en un pequeño bote salvavidas con un Tigre de Bengala, una hiena manchada, una cebra herida y un orangután . Pi instintivamente asigna a cada animal su propia personalidad, basada en sus propias observaciones de los animales en el zoológico de sus padres, y las características de las personas en su vida.
Mientras Pi se esfuerza por sobrevivir entre los animales, la hiena es la primera en sucumbir al hambre y mata a la cebra y al orangután, entonces aparece un tigre de bengala llamado Richard Parker (que estaba oculto en el barco) y mata a la hiena. Pi queda como el otro superviviente. Encuentra alimentos y agua en el barco, pero cuando empiezan a escasear, comienza a pescar no sólo para alimentarse sino para asegurarse de que Richard Parker tenga lo suficiente para comer. Pi alimenta a Richard Parker para que el tigre hambriento no lo mate y además se asegura de que el tigre le considere como un animal alfa y por lo tanto se abstenga de atacarlo.
Pi relata que después de un tiempo indeterminado en el mar, la pareja se encontró con una isla misteriosa, aparentemente formada por algas comestibles que soportan un bosque y una gran población de mangostas. Después de un período de recuperación, Pi tiene miedo de la isla después de descubrir que las algas son carnívoras y se va con el tigre. En total, Pi sobrevive 227 días en el bote salvavidas, a menudo entre delirios por la sed y el hambre. El bote salvavidas llega a la costa de México y Richard Parker se escapa a la selva cercana, por lo que los rescatadores encuentran sólo a Pi.
La tercera parte de la novela es una conversación entre dos funcionarios del Departamento Marítimo del Ministerio de Transporte japonés. Tratan de averiguar por qué se hundió el barco, por lo que entrevistan a Pi, pero no creen su historia. Pi luego cuenta una historia similar, pero esta vez sin animales. Por contra, narra una historia de brutalidad humana, en la que está a la deriva en un bote salvavidas con su madre, un marinero con una pierna rota, y el cocinero, que mató a la madre y al marinero y los troceó para usarlos como cebo y comida. Paralelismos con la primera historia de Pi llevan a los funcionarios japoneses a creer que el orangután representa a su madre, la cebra representa el marinero, la hiena representa al cocinero y Richard Parker es el propio Pi. Pi pregunta si esta nueva historia es aceptable, o si debe cambiar algún fragmento que todavía sea demasiado increíble; los funcionarios cambian otra vez de tema con el hundimiento de la nave. Después de dar toda la información relevante, Pi pregunta al hombre que quería relatar su increíble historia cuál de las dos historias prefiere, y elige la historia con los animales. Pi se lo agradece y dice, "y sea la voluntad de Dios".

Jueves 7 de noviembre - 7:00 p.m. 
Auditorio Juan Pablo II, calle 21 # 7-25, piso 3, detrás de la Catedral.
Entrada libre.
"Con el arte revivimos los valores de la fe"

18 de octubre de 2013

Vicario de Educación de la Diócesis de Pereira recibe título de Doctor

Tras ser aprobada su tesis, el presbítero Behitman Alberto Céspedes de los Ríos ha sido reconocido como Doctor Canónico en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Con la tesis titulada “Las otras bienaventuranzas evangélicas” el padre Behitman Alberto Céspedes de los Ríos, quien pertenece a la Diócesis de Pereira y se desempeña actualmente como vicario de Educación y Cultura, terminó su periodo de formación en la Escuela de teología, filosofía y humanidades de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y ha recibido el título de Doctor Canónico en Teología.

La tesis presentada el pasado 23 de agosto en la capital antioqueña, fue aprobada por los consultores asignados, lo que le ha permitido al sacerdote recibir su diploma en la ceremonia de grado programada para el día de hoy, 18 de Octubre.

Sobre la tesis... 

El documento que tiene como fundamento principal la Palabra de Dios, presenta las otras bienaventuranzas que no se presentan en el discurso de la montaña narrado en el Evangelio de Mateo ni el del llano del Evangelio de Lucas, aportando así nuevas luces para la lectura del Evangelio.

Además se hace un enfoque especial en la Iglesia latinoamericana con sus necesidades espirituales, insistiendo en la invitación a creer, a escuchar la Palabra de Dios, a ser testigos del cumplimiento de las promesas del Padre en Jesús, a estar vigilantes y a ser discípulos misioneros como se enfatiza en el documento de Aparecida.

En tres capítulos se hace una aproximación al género literario de la bienaventuranza, se ahonda en los sermones de los evangelios de Mateo y Lucas y se hacen visibles los nuevos discursos, por lo que al concluir el documento se pretende reconocer un aspecto especial del mensaje de Jesús y así tener la posibilidad de un nuevo acceso al Evangelio.

“Vivir en el espíritu de las otras bienaventuranzas evangélicas nos prepara a acoger y a vivir las bienaventuranzas tradicionales”, cita el padre Behitman en el documento.

30 de septiembre de 2013

4o. Día del Novenario a Nuestra Señora de la Pobreza

Apreciad@s amig@s educadores:

Les espero hoy lunes, a las 6:00 P.M., en la Catedral de Pereira. Tendremos la celebración del 4o. día del Novenario en honor a Nuestra Señora de la Pobreza, y corresponde este día a los educadores y a la Vicaría de Educación de la Diócesis.

Meditaremos en esta oportunidad en María como la fiel que escucha de la Palabra de Dios y la pone en práctica. Demostremos nuestro amor a la Patrona de la Catedral y Patrona de la Ciudad de Pereira y oremos a la Virgen para que interceda por nuestras necesidades.

Dios les bendiga,
P. Behitman A. Céspedes De los R.

24 de septiembre de 2013

Eucaristía en el cuarto día de la novena a Nuestra Señora de la Pobreza.

La Vicaría de Educación y Cultura de la Diócesis de Pereira, invita a la Eucaristía en el cuarto día de la novena a Nuestra Señora de la Pobreza. 


Día: lunes 30 de septiembre 
Hora: 6:00 P.M. 
Lugar: Catedral de Pereira 


Agradecemos su participación.

13 de septiembre de 2013

La carta de Francisco a quien no cree

El Papa Francisco volvió a dar señales de apertura hacia los no creyentes y hacia otras religiones. Ahora le escribió una carta al fundador del diario La Repubblica, Eugenio Scalfari, que fue publicada en la portada del periódico con el título "El Papa: mi carta a quien no cree". En la misiva, el pontífice anunció que "ha llegado la hora de un diálogo abierto y sin preconceptos sobre la fe" y envió un fuerte mensaje de acercamiento al pueblo judío. "Nunca les estaremos lo suficientemente agradecidos, en tanto Iglesia pero también en tanto humanidad".


Estimado Dr. Scalfari, 

Con gran cordialidad, al menos a grandes lineas, quisiera tratar de responder a la carta que, desde las páginas de "la Repubblica", ha querido dirigirme el 7 de julio con una serie de reflexiones personales suyas, que luego ha enriquecido sobre las páginas del mismo periódico el 7 de agosto. 

Le agradezco, ante todo, por la atención con la que ha sabido leer la Encíclica "Lumen fidei". La cual de hecho, por voluntad de mi amado Predecesor, Benedicto XVI, que la concibió y en gran parte redactó, y de quien, con gratitud, la he heredado, está dirigida no sólo a confirmar en la fe de Jesucristo a aquellos que ya se reconocen en ella, sino también a abrir un diálogo sincero y riguroso con quien, como Usted, se define "un no creyente desde hace años interesado y fascinado por la enseñanza de Jesús de Nazaret". 

Creo que es sin duda positivo, no solo para cada uno de nosotros como individuos sino también para toda la sociedad en la que vivimos, que nos detengamos a dialogar sobre una realidad tan superior como la fe, que se basa en la enseñanza y la figura de Jesús. 

Pienso que existen, en particular, dos circunstancias que hoy día hacen necesario y precioso este diálogo, el cual constituye además, como es sabido, uno de los objetivos principales del Concilio Vaticano II, convocado por Juan XXIII, y por el ministerio de los Papas quienes, cada uno con la sensibilidad y la contribución propias , han seguido desde entonces el camino trazado por el Concilio. 

La primera circunstancia - como se desprende de las páginas iniciales de la Encíclica - deriva del hecho que, a lo largo de los siglos de la modernidad, se ha asistido a una paradoja: la fe cristiana, cuya novedad e incidencia en la vida del hombre desde los orígenes se han expresado precisamente a través del símbolo de la luz, a menudo ha sido etiquetada como la oscuridad de la superstición que se opone a la luz de la razón. De este modo entre la Iglesia y la cultura de inspiración cristiana, por una parte, y la cultura moderna de matriz iluminista, por la otra, se ha llegado a la incomunicabilidad. Ha llegado la hora , y precisamente el Vaticano II ha inaugurado este ciclo, de iniciar un diálogo abierto y sin ideas preconcebidas que reabra las puertas a un encuentro serio y fecundo. 

La segunda circunstancia, para quien busca ser fiel al don de seguir a Jesús en la luz de la fe, deriva del hecho que este diálogo no es un accesorio secundario de la existencia del creyente: sino que es una expresión íntima e indispensable. Permítame que le cite a este respecto una afirmación de la Encíclica que considero muy importante: puesto que la verdad que la fe atestigua es la verdad del amor - e lee - "Se ve claro así que la fe no es intransigente, sino que crece en la convivencia que respeta al otro. El creyente no es arrogante; al contrario, la verdad le hace humilde, sabiendo que, más que poseerla él, es ella la que le abraza y le posee. En lugar de hacernos intolerantes, la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos." (n. 34). Es éste el espíritu que anima las palabras que hoy le escribo. 

La fe, para mí, nace del encuentro con Jesús. Un encuentro personal, que ha tocado mi corazón y ha dado un rumbo y un sentido nuevo a mi existencia. Y así mismo un encuentro que ha sido posible gracias a la comunidad de fe en la que he vivido y que a su vez me ha permitido acceder a la inteligencia de la Sacra Escritura, a la vida nueva que como agua fluyente brota de Jesús a través de los Sacramentos, a la fraternidad con todos y al servicio de los pobres, verdadera imagen del Señor. Sin la Iglesia - créame - no habría podido encontrar a Jesús, bien sabiendo que ese inmenso don de la fe reposa en la frágil vasija de arcilla de nuestra humanidad. 

Precisamente a partir de aquí, de esta experiencia de fe personal vivida en la Iglesia, () me encuentro a gusto escuchando sus preguntas y buscando, junto con Usted, las sendas que nos permitan, quizás, comenzar a andar un trecho del camino juntos. 

Me disculpo por no seguir punto por punto los razonamientos que Usted plantea en su editorial del 7 de julio. Me parece más fructífero - o digamos que me es más natural - ir directamente a la esencia de sus consideraciones. No entro tampoco en la modalidad expositiva de la Encíclica, en la cual Usted señala la falta de una sección dedicada expresamente a la experiencia histórica de Jesús de Nazaret. 

Observo solamente, para comenzar, que un análisis de este tipo no es secundario. Se trata en efecto, siguiendo por lo demás la lógica que guía el articularse de la Ecíclica, de centrar la atención en el significado de lo que Jesús dijo e hizo y, en última instancia, en lo que Jesús ha sido y es para nosotros. Las Cartas de san Pablo y el Evangelio de san Juan, a los cuales se hace particular referencia en la Encíclica, se basan en el sólido fundamento del ministerio mesiánico de Jesús de Nazaret que alcanza su culminación resolutiva en la pascua de muerte y resurrección. 

Por lo tanto, es necesario enfrentarse con Jesús, diría, en la concreción y aspereza de sus vicisitudes, tal como nos las narra sobre todo el más antiguo de los Evangelios, el de san Marco. Se constata aquí que el "escándalo" que la palabra y los actos de Jesús provocan a su alrededor derivan de su extraordinaria "autoridad": una palabra, ésta, registrada ya en el Evangelio de san Marco, pero de difícil traducción. La palabra griega es "exousia", que literalmente hace referencia a aquello que "proviene del ser", que se es. No se trata de algo exterior o de algo forzado, sino de algo que surge de dentro y que se impone por sí mismo. De hecho Jesús conmueve, desplaza, innova a partir - él mismo lo dice - de su relación con Dios, llamado familiarmente Abba, quien le confiere esta "autoridad" para que él la emplee en favor de los hombres. 

Así Jesús predica "como uno que tiene autoridad", cura, llama a sus discípulos a que lo sigan, persona... todas cosas que, en el Antiguo Testamento, son de Dios y sólo de Dios. La pregunta que recurre en el Evangelio de san Marco: "Quién es éste que...?", y que se refiere a la identidad de Jesús, nace de la constatación de una autoridad diferente de la del mundo, una autoridad que no tiene como fin ejercitar un poder sobre los otros, sino servirlos, darles libertad y plenitud de vida. Y esto hasta el punto de poner en juego la propia vida, de experimentar la incomprensión, la traición, el rechazo, hasta ser condenado a muerte, hasta caer en el estado de abandono en la cruz. Pero Jesús permanece fiel a Dios, hasta la muerte. 

Y es precisamente entonces - como exclama el centurión romano al pie de la cruz, en el Evangelio de san Marco - en el que ¡Jesús se muestra, paradójicamente como el Hijo de Dios! Hijo de un Dios que es amor y que quiere, con todo su ser, que el hombre, que cada hombre, se descubra y viva él también como su verdadero hijo. Esto, para la fe cristiana, está confirmado por el hecho de que Jesús ha resucitado: no para triunfar sobre quien lo había rechazado, sino para demostrar que el amor de Dios es más fuerte que la muerte, el perdón de Dios es más fuerte que cualquier pecado, y que vale la pena emplear la propia vida, hasta el final, para testimoniar este inmenso don. 

La fe cristiana cree esto: que Jesús es el Hijo de Dios que vino a dar su vida para abrirnos a todos el camino del amor. Por lo tanto tiene Usted razón, ilustre Dr. Scalfari, cuando ve en la encarnación del Hijo de Dios el quicio de la fe cristiana. Ya Tertuliano escribía "caro cardo salutis", la carne (de Cristo) es el quicio de la salvación. Por que la encarnación, es decir el hecho de que el Hijo de Dios haya venido en nuestra carne y haya compartido alegrías y dolores, victorias y derrotas de nuestra existencia, hasta el grito en la cruz, viviendo cada momento en el amor y en la fidelidad a Abbà, es testimonio del increible amor que Dios nutre por cada hombre, del valor inestimable que les reconoce. Por ello, cada uno de nosotros está llamado a hacer suya la mirada y la elección de amor de Jesús, a entrar en su modo de ser, de pensar, de actuar. Esta es la fe, con todas sus expresiones, puntualmente descritas en la Encíclica. 

* * * 

Siempre en el editorial del 7 de julio, Usted me pregunta además cómo entender la originalidad de la fe cristiana puesto que ésta se basa precisamente en la encarnación del Hijo de Dios, respecto a otros credos que en cambio giran en torno a la trascendencia absoluta de Dios. 

La originalidad, en mi opinión, radica precisamente en el hecho de que la fe nos hace participar, en Jesús, en la relación que Él tiene con Dios que es Abba y, bajo esta luz, en la relación que Él tiene con todos los demás hombres, incluso con los enemigos, bajo el signo del amor. En otros términos, la filiación de Jesús, como nos la presenta la fe cristiana, no nos ha sido revelado para marcar una separación insuperable entre Jesús y los demás: sino para decirnos que, en Él, todos hemos sido llamados a ser hijos del único Padre y hermanos entre nosotros. La singularidad de Jesús está dada por la comunicación, no por la exclusión. 

Sin duda, de ello también se desprende - y no es una nimiedad - la distinción entre la esfera religiosa y la esfera política, sancionada con aquel "Dad a Dios lo que es de Dios y a Cesar lo que es de Cesar", afirmado claramente por Jesús y sobre la cual, arduamente, se ha construido la historia de Occidente. La Iglesia, en efecto, esta llamada a sembrar el fermento y la sal del Evangelio, es decir el amor y la misericordia de Dios que alcanzan a todos los hombres, señalando la meta ultraterrena y definitiva de nuestro destino, mientras que a la sociedad civil y política le compete la dura tarea de articular y encarnar en la justicia y en la solidariedad, en el derecho y en la paz, una vida cada vez más humana. Para el que vive la fe cristiana, esto no significa fuga del mundo ni búsqueda de hegemonía alguna, sino servicio al hombre, al hombre todo y a todos los hombres, a partir de la periferia de la historia manteniendo siempre vivo el sentido de la esperanza que lleva a obrar el bien a pesar de todo y mirando siempre más allá. 

Usted me pregunta también, como conclusión de su primer artículo, qué decir a los hermanos hebreos a cerca de la promesa que Dios les ha hecho: ¿ Ha caído completamente en el vacío? Este es - en verdad - un interrogante que nos interpela radicalmente, como cristianos, porque, con la ayuda de Dios, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II, hemos redescubierto que el pueblo hebreo sigue siendo, para nosotros, la raíz santa de la cual Jesús ha brotado. También yo, en la amistad que he cultivado durante todos estos años con los hermanos hebreos, en Argentina, muchas veces en la oración he interrogado a Dios, especialmente cuando me venía en mente el recuerdo de la terrible experiencia de la Shoah. Lo que puedo decirle, con el apóstol Pablo, es que jamás se ha quebrantado la fidelidad de Dios a la alianza estrecha con Israel y que, a través de las terribles pruebas de estos siglos, los hebreos han conservado su fe en Dios. Y por esta razón, jamás les estaremos suficientemente agradecidos, como Iglesia, pero también como humanidad. El pueblo hebreo además, con su perseverancia en la fe en el Dios de la alianza, nos recuerda a todos, incluso a nosotros los cristianos, que estamos siempre a la espera, como peregrinos, del retorno del Señor y que por lo tanto debemos permanecer siempre abiertos a Él sin jamás atrincherarnos en lo que ya hemos alcanzado. 

Paso ahora a las tres preguntas que me hace en el artículo del 7 de agosto. 

Tengo la impresión de que, en las primeras dos, lo que le interesa es entender la actitud de la Iglesia hacia quien no comparte la fe en Jesús. En primer lugar, me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a quien no cree o no busca la fe. Considerando que - y es la cuestión fundamental - la misericordia de Dios no tiene límites si nos dirigimos a Él con corazón sincero y contrito, la cuestión para quien no cree en Dios radica en obedecer a la propia conciencia. Escucharla y obedecerla significa tomar una decisión frente a aquello que se percibe como bien o como mal. Y en esta decisión se juega la bondad o la maldad de nuestro actuar. 

En segundo lugar, me pregunta si el pensamiento según el cual no existe absoluto alguno y por ende tampoco una verdad absoluta, sino solo una serie de verdades relativas y subjetivas, es un error o un pecado. Para comenzar, yo no hablaría, ni siquiera por lo que respecta a un creyente, de verdad "absoluta", en el sentido que absoluto es aquello que es inconexo, aquello que carece de toda relación. Ahora bien, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Jesucristo. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! Tanto es así que incluso cada uno de nosotros percibe la verdad y la expresa a partir de sí mismo: de su historia y cultura, de la situación en la que vive, etc. Esto no significa que la verdad sea variable y subjetiva, todo lo contrario. Significa que la verdad se nos revela siempre y sólo como un camino y una vida. ¿No fue acaso el mismo Jesús el que dijo: "Yo soy el camino, la verdad, la vida"? En otras palabras, siendo en definitiva la verdad toda una con el amor, exige humildad y apertura para ser buscada, escuchada y expresada. Por lo tanto, es necesario aclarar bien los términos y, tal vez, para salir de los encajonamientos de una contraposición... absoluta, replantear a fondo la cuestión. Pienso que esta es hoy una necesidad imperiosa para entablar ese diálogo sereno y constructivo que tanto deseo y del cual hablaba en mis primeras líneas. 

Como último punto me pregunta si, con la desaparición del hombre sobre la tierra, desaparecerá también el pensamiento capaz de pensar a Dios. Sin duda, la grandeza del hombre radica en su capacidad de pensar a Dios. Es decir en su capacidad de vivir una relación consciente y responsable con Él. Pero la relación se da entre dos realidades. Dios - este es mi pensamiento y esta es mi experiencia, ¡pero cuántos, ayer y hoy, los comparten! - no es una idea, si bien altísima, fruto del pensamiento del hombre. Dios es realidad con "R" mayúscula. Jesús nos lo revela - y vive la relación con Él - como un Padre de bondad y misericordia infinita. Dios no depende, por lo tanto, de nuestro pensamiento. Además, aún si acabara la vida del hombre sobre la tierra - y para la fe cristiana, en todo caso, este mundo, así como lo conocemos está destinado a acabarse - , el hombre no acabará de existir y, de un modo que no nos es dado saber, tampoco el universo creado con él. La Escritura habla de "cielos nuevos y tierra nueva" y afirma que, al final, en el donde y en el cuando que se encuentra más allá de nosotros, pero hacia el cual, en la fe, nos encaminamos con ansia y espera, Dios será "todo en todos". 

Ilustre Dr. Scalfari, concluyo de esta forma mis reflexiones, suscitadas por lo que ha querido comunicarme y preguntarme. Recíbalas como una respuesta provisional, pero sincera y optimista, a esa invitación que me ha parecido vislumbrar de andar un trecho de camino juntos. La Iglesia, créame, no obstante su lentitud, sus infidelidades, sus errores y los pecados que pudo haber cometido y puede aún cometer en aquellos que la componen, no tiene otro sentido ni fin sino el de vivir y testimoniar a Jesús: Él que ha sido enviado por Abba "a traer a los pobres la alegre noticia, a proclamar a los prisioneros la liberación y a los ciegos la vista, a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18-19). 

Con fraterna afinidad 

Francisco

EL GESTO MÁS ESCANDALOSO

15 de Septiembre
Domingo XXIV del tiempo ordinario
Lc 15, 1-10

El gesto más provocativo y escandaloso de Jesús fue, sin duda, su forma de acoger con simpatía especial a pecadoras y pecadores, excluidos por los dirigentes religiosos y marcados socialmente por su conducta al margen de la Ley. Lo que más irritaba era su costumbre de comer amistosamente con ellos.

De ordinario, olvidamos que Jesús creó una situación sorprendente en la sociedad de su tiempo. Los pecadores no huyen de él. Al contrario, se sienten atraídos por su persona y su mensaje. Lucas nos dice que “los pecadores y publicanos solían acercarse a Jesús para escucharle”. Al parecer, encuentran en él una acogida y comprensión que no encuentran en ninguna otra parte.

Mientras tanto, los sectores fariseos y los doctores de la Ley, los hombres de mayor prestigio moral y religioso ante el pueblo, solo saben criticar escandalizados el comportamiento de Jesús: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. ¿Cómo puede un hombre de Dios comer en la misma mesa con aquella gente pecadora e indeseable?

Jesús nunca hizo caso de sus críticas. Sabía que Dios no es el Juez severo y riguroso del que hablaban con tanta seguridad aquellos maestros que ocupaban los primeros asientos en las sinagogas. El conoce bien el corazón del Padre. Dios entiende a los pecadores; ofrece su perdón a todos; no excluye a nadie; lo perdona todo. Nadie ha de oscurecer y desfigurar su perdón insondable y gratuito.

Por eso, Jesús les ofrece su comprensión y su amistad. Aquellas prostitutas y recaudadores han de sentirse acogidos por Dios. Es lo primero. Nada tienen que temer. Pueden sentarse a su mesa, pueden beber vino y cantar cánticos junto a Jesús. Su acogida los va curando por dentro. Los libera de la vergüenza y la humillación. Les devuelve la alegría de vivir.

Jesús los acoge tal como son, sin exigirles previamente nada. Les va contagiando su paz y su confianza en Dios, sin estar seguro de que responderán cambiando de conducta. Lo hace confiando totalmente en la misericordia de Dios que ya los está esperando con los brazos abiertos, como un padre bueno que corre al encuentro de su hijo perdido.

La primera tarea de una Iglesia fiel a Jesús no es condenar a los pecadores sino comprenderlos y acogerlos amistosamente. En Roma pude comprobar hace unos meses que, siempre que el Papa Francisco insistía en que Dios perdona siempre, perdona todo, perdona a todos..., la gente aplaudía con entusiasmo. Seguramente es lo que mucha gente de fe pequeña y vacilante necesita escuchar hoy con claridad de la Iglesia.

José Antonio Pagola

4 de septiembre de 2013

V CONGRESO DIOCESANO DE EDUCADORES




V Congreso Diocesano de Educadores

La inversión es de $120.000, pero si cancelas durante este mes de septiembre solo pagarías $100.000

La inscripción incluye: almuerzos, refrigerios, material, memorias y certificado de asistencia al congreso.

¡Anímate y participa!

Precios especiales para estudiantes.

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DEL DOMINGO PRÓXIMO

DOMINGO 23 DEL TIEMPO ORDINARIO /C

NO DE CUALQUIER MANERA

Jesús va camino de Jerusalén. El evangelista nos dice que le “acompañaba mucha gente”. Sin embargo, Jesús no se hace ilusiones. No se deja engañar por entusiasmos fáciles de las gentes. A algunos les preocupa hoy cómo va descendiendo el número de los cristianos. A Jesús le interesaba más la calidad de sus seguidores que su número.

De pronto “se vuelve” y comienza a hablar a aquella muchedumbre de las exigencias concretas que encierra el acompañarlo de manera lúcida y responsable. No quiere que la gente lo siga de cualquier manera. Ser discípulo de Jesús es una decisión que ha de marcar la vida entera de la persona.

Jesús les habla, en primer lugar de la familia. Aquellas gentes tienen su propia familia: padres y madres, mujer e hijos, hermanos y hermanas. Son sus seres más queridos y entrañables. Pero, si no dejan a un lado los intereses familiares para colaborar con él en promover una familia humana, no basada en lazos de sangre sino construida desde la justicia y la solidaridad fraterna, no podrán ser sus discípulos.

Jesús no está pensando en deshacer los hogares eliminando el cariño y la convivencia familiar. Pero, si alguien pone por 
encima de todo el honor de su familia, el patrimonio, la herencia o el bienestar familiar, no podrá ser su discípulo ni trabajar con él en el proyecto de un mundo más humano.Más aún. Si alguien solo piensa en sí mismo y en sus cosas, si vive solo para disfrutar de su bienestar, si se preocupa únicamente de sus intereses, que no se engañe, no puede ser discípulo de Jesús. Le falta libertad interior, coherencia y responsabilidad para tomarlo en serio.

Jesús sigue hablando con crudeza: “Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser mi discípulo”. Si uno vive evitando problemas y conflictos, si no sabe asumir riesgos y penalidades, si no está dispuesto a soportar sufrimientos por el reino de Dios y su justicia, no puede ser discípulo de Jesús.
No se puede ser cristiano de cualquier manera. No hemos de confundir la vida cristiana con formas de vivir que desfiguran y vacían de contenido el seguimiento humilde, pero responsable a Jesús.

Sorprende la libertad del Papa Francisco para denunciar estilos de cristianos que poco tienen que ver con los discípulos de Jesús: “cristianos de buenos modales, pero malas costumbres”, “creyentes de museo”, “hipócritas de la casuística”, “cristianos incapaces de vivir contra corriente”, cristianos “corruptos” que solo piensan en sí mismos, “cristianos educados” que no anuncian el evangelio...

CINE-CLUB JUAN PABLO II PRESENTARÁ: "PROFESOR LAZHAR"

En Montreal, una maestra de escuela primaria se suicida. Bachir Lazhar, un inmigrante argelino, fue contratado rápidamente para que la sustituyera a pesar de que todavía se estaba recuperando de una tragedia personal. Él llega a conocer a sus alumnos a pesar de la diferencia cultural evidente desde el primer día de clase y de su dificultad para adaptarse a las limitaciones del sistema escolar. A medida que los niños tratan de superar el suicidio de su antigua maestra, nadie en la escuela es consciente del doloroso pasado de Bachir, o de su precaria condición de refugiado. Su esposa, que era profesora y escritora, murió junto con su hija y su hijo en un ataque incendiario. Los asesinos estaban furiosos por su último libro, en el que señaló con el dedo a los responsables de la miseria social y económica en Argelia. De este libro proviene la frase elocuente dicha por el maestro de primaria: "Nada es realmente normal en Argelia".

Jueves 5 de septiembre - 7:00 p.m. 
Auditorio Juan Pablo II, calle 21 # 7-25, piso 3, detrás de la Catedral.
Entrada libre.
"Con el arte revivimos los valores de la fe"
Los esperamos.

21 de agosto de 2013

V CONGRESO DIOCESANO DE EDUCADORES

A TI MAESTRO

A ti Maestro que tienes una vocación muy especial, un llamado a Ser sembrador de ciencia, bondad, verdad y Amor, te felicito.

¡Que bella misión tienes! La de Dar todos los días lo mejor de ti a los niños que sedientos están a tu alrededor.

Comprendo que para ser un buen Maestro, antes debes de ser una persona feliz, libre y equilibrada, estar dispuesto a luchar cada día por tratar de ser siempre mejor persona; evidentemente que la tarea no es fácil, nada fácil, pero si es posible si hacemos nuestro máximo esfuerzo.

Sé que hay tres R que lastiman al hombre, el Rencor, la Rebeldía y el Remordimiento, y muy cierto es también que NO LASTIMA AL HHOMBRE LO QUE LE HACEN, SINO LO QUE SE LE PUDRE DENTRO.

Rencor; Creo que todos en algún momento determinado de nuestra existencia, hemos sentido ese mal sentimiento dentro de nuestra alma, rencor hacia algo o hacia alguien, con frecuencia nos sentimos muy heridos, lastimados, quizás desde niños venimos arrastrando algo, nos sentimos faltos de amor y por ello frágiles.

Rebeldía; Tantas veces que demos; ¿ por que a mí?, ¿Por qué me ha de tocar esta suerte?, ¿Por qué esta enfermedad me llega a mí?, ¿Por qué este esposo?, ¿Por qué no me toco esposo?, ¿Por qué le pagan mas a tal compañero?, Y así miles de porqués en nuestra vida, para con nuestra familia, en nuestro interior, que nos impiden ser del todo felices. En cualquier convivencia humana hay siempre envidias, rencores, rebeldías, celos, y todo esto va lastimando al alma en tal forma, que nos desequilibramos emocionalmente y así menos podemos hacer felices a los que nos rodean.

NO LASTIMA AL HOMBRE LO QUE LE HACEN, SINO LO QUE SE LE PUDRE DENTRO.... que cierto es, vamos acumulando rebeldías que se nos van pudriendo dentro y nos dañan tanto que no podemos amar plenamente a los demás, no podemos cumplir la misión que nos ha sido dada.

La otra R que lastima profundamente el alma es el Remordimiento, todo aquel Amor que no supimos Dar a tiempo, toda aquella Comprensión, Ternura, Perdón, Estimulo, que en algún momento dado negamos a los demás, decimos disculpándonos que "no tenemos tiempo", pero la verdad es que no nos detenemos a disfrutar y darnos a nuestros semejantes, especialmente a nuestros familiares.

Tu MAESTRO, tienes una misión maravillosa de poder sembrar todos los días, DETENTE un poquito y ve que tal va tu alma, como vas por dentro, pues verdaderamente es tan valioso tu trabajo. Es todo un regalo que en esta época tan difícil tengas tu un trabajo fijo, un trabajo de humanidad, en el cual vas a gastarte y desgastarte día a día dando lo mejor de ti.

No permitas hermano que nada ni nadie te endurezca el alma, que cada día puedas irla suavizando con ese espíritu que Dios nos ha dado para que nos llenemos de amor para DARLO, pero no olvides que para esto es preciso detenernos y darnos cuenta de que tenemos muchas cosas que corregir.

No cabe duda de que todos los errores que cometemos son por falta de amor, de cariño demostrado en familia, no tenemos amigos verdaderos que nos ayuden a caminar hacia la verdad y la vida feliz, probablemente porque nosotros tampoco sabemos serlo.

A ti Maestro que tienes una vocación maravillosa te digo, Detente a pensar, que lo único que no pasa es la buena voluntad, todo lo material es pasajero, solo perdura lo que tu puedas dar en bondad, verdad, belleza, amor, los valores humanos que cada día te toca sembrar.

Todos en alguna forma somos maestros unos de otros, debemos de tener la humildad de reconocer que los que nos rodean nos pueden enseñar algo, saben mas que nosotros.

Hermano, el camino de la humildad y de la sencillez es él mas seguro para SER un Gran Maestro, tú estas llamado a SERLO, pasa por la vida sembrando siempre lo mejor de ti mismo.

(Anamaria Rabatte y Cervi)

6 de agosto de 2013

Lanzan nuevo concurso para exaltar a maestros colombianos

Docentes de educación preescolar, básica y media del sector privado y público de cualquier área tendrán la oportunidad de concursar en el Premio Nacional al Docente BBVA 2013.

La convocatoria busca reconocer la labor de aquellos maestros que, a través de la lectura y la escritura, han desarrollado experiencias significativas de aprendizaje en sus estudiantes.

Postulando experiencias lideradas por ellos mismos, los docentes podrían ganar más de 150 millones de pesos y diferentes premios para ellos, los estudiantes involucrados y la institución a la que pertenecen.

La experiencia de aprendizaje que se presente al concurso debe tener mínimo un año de desarrollo y tiene que seguirse implementando.

El tiempo de inscripción va del 31 de julio al 31 de octubre.
Más información en: http://bit.ly/15BhbdQ

Recursos para docentes

En la siguiente dirección  encontrarán varios enlaces de páginas con diverso material para apoyar el proceso formativo de los estudiantes y como ayuda a los educadores: 
                                                                      http://www.lorenzoservidor.com.ar/educ01/formdoc.htm

Una simple reflexión sobre la educación

“Para que se instaure el pensamiento es necesario que el sistema educativo se vuelva racional, crítico y creativo”

Nosotros, como seres humanos, como hombres, tenemos una característica, entre muchas, que nos diferencian de los animales. Esa característica se llama “voluntad”.

La pregunta que precede a éste pensamiento es: ¿Cómo logramos desarrollar la voluntad para poder y saber elegir en la sociedad “voluntariamente”? Obviamente mediante la educación. Tenemos que entender que la educación debe contribuir a recuperar la capacidad de pensar, proponiendo la vigencia del pensamiento fuerte.

Seamos conscientes que la urgencia de lo inmediato, el indiscutible valor de las demandas personales y sociales, las insoslayables dificultades del diario vivir tienen la rara virtud de neutralizar la capacidad de pensar; de anular ideas y obviamente el pensamiento parece el gran ausente de una sociedad que ha santificado otros valores. Por esto mismo la educación es el salvavidas que debe intentar el rescate del pensamiento: en el campo de las ideas se deciden las grandes y las pequeñas cosas.

Las ausencias se pagan con el consentimiento y como dice el dicho “pensar es gratis, no hacerlo sale carísimo. En esencia, enseñar a pensar es garantizar la posibilidad de participar y de decidir, de aceptar o disentir. O nos constituimos en protagonistas del pensamiento o somos ejecutores del pensamiento ajeno.

Como segunda tesis afirmo que para que se instaure el pensamiento es necesario que el sistema educativo se vuelva racional, crítico, creativo… y que cada docente y religioso deje su papel de funcionario burocrático de la cultura para convertirse en un maestro del pensamiento, desde una genuina capacidad de reflexión autónoma. Su formación de grado, los mecanismos de perfeccionamiento y formación permanente y la estructura de los diversos sistemas educativos y las dinámicas institucionales deben asegurar este protagonismo reflexivo de los docentes. Nadie enseña a pensar desde la obsecuencia.

Y si entendemos que mediante la educación logramos formar una conciencia social, una conciencia democrática podemos inferir que de esa manera (con humildad afrontando la diversidad y la pluralidad social) construimos la “democracia”.

Ahora, y en referencia a la educación, "si se acepta que la escuela pública (como educadora) es un igualador social, se debe concluir que con el deterioro de la educación lo que se está afectando es a la propia democracia1”.

¿Cuál es el sentido de la educación?

Hablar de educación en el ámbito de una escuela parece una cuestión innecesaria porque parece que nos referimos a algo sobradamente conocido y aceptado por todos. Nadie discutirá que la escuela está precisamente para educar y por lo tanto debe saber qué significa educar y educación. Es como si preguntáramos por el concepto de salud o enfermedad en un hospital.

Pero, en realidad, lo que hacemos al intentar retomar conceptos sobradamente conocidos es rescatar un sentido que nos pueda ayudar a comprender lo que hacemos a diario o lo que hemos hecho desde hace muchos años.

Casi no hay referencias de la educación que no pretenda convertirla en educación integral; sin embargo, con este adjetivo en lugar de aclarar las cosas podemos encubrir con apariencias la claridad. A veces lo obvio es lo que debemos desvelar.
Toda educación debe ser integral, armónica y permanente:


• Decimos que debe llegar a todo hombre y debe contribuir al desarrollo y crecimiento de todo hombre.

• Debe mostrarse como una síntesis que integra todos los elementos de la persona, sin desarrollar exageradamente uno en desmedro de otros, sin silenciar aspectos y sin acentuar desproporcionada y arbitrariamente otros. No puede hablarse de una educación que es solamente racional o intelectual, solamente afectiva o emocional, o solamente física y corporal.

• No empieza en la escuela, ni termina con ella; no tiene un horario fijo, ni puede darse el lujo de asignarse ámbitos específicos como diciéndose: “aquí se educa, ahora se educa, durante esta etapa te estamos educando”. Toda la vida, todos los momentos, todos los lugares educan, contribuyen a la educación o “des-educan”, ayudan a crecer o hacer decrecer, contribuyen al avance como persona o a su retroceso…

Toda educación implica el desarrollo de la persona humana en la totalidad de sus dimensiones, es decir un des-envolvimiento, una posibilidad de llegar a ser todo lo que un hombre, persona humana puede o debe llegar a ser. Sin esos desarrollos, el hombre se frustra como tal, no llega a ser persona, queda malformado y lo expresa de múltiples maneras.

Para que el concepto de educación sea realmente rico debemos precisar esas dimensiones constitutivas de la persona, debemos recordar lo que somos y lo que debemos ser, porque si hemos afirmado que la educación es permanente, nosotros no nos hemos educado del todo, todavía…Cualquiera sea nuestra edad y nuestra función en la escuela aun debemos crecer, aun debemos alcanzar la estructura de PERSONA, nuestra “definición humana definitiva”.

http://www.diarioelargentino.com.ar/opinion/editorial/1690

26 de julio de 2013

SANTOS MODERNOS... SANTOS DEL SIGLO XXI

“Necesitamos santos sin velo, sin sotana. 

Necesitamos santos de jeans y zapatillas (zapatos tenis). 

Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos.

Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad. Necesitamos santos que busquen tiempo cada día para rezar y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad.

Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo. Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales.

Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo.

Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dogs, que sean internautas, que escuchen iPod.

Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.

Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte. Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros.

Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos”. (Francisco a los jóvenes en Brasil)
 
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