SINODO DE LA FAMILA
LA MIRADA DE CRISTO: EL EVANGELIO DE LA FAMILIA
LA MIRADA EN JESÚS Y LA GRADUALIDAD EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
Con el fin de verificar nuestro paso en el terreno de los desafíos contemporáneos, la condición decisiva es mantener fija la mirada en Jesucristo, detenerse en la contemplación y en la odoración de su rostro. De hecho, cada vez que regresamos a la fuente de la experiencia cristiana se abren nuevos caminos y posibilidades impensables.(Papa Francisco, Discurso del 4 octubre 2014). Jesús ha mirado a las mujeres y a los hombres que ha encontrado con amor y ternura, acompañando sus pasos con paciencia y misericordia, al anunciarles las exigencias del Reino de Dios.
Desde el momento en que el orden de la creación es determinado por la orientación a Cristo, es necesario distinguir sin separarlos los diversos grados mediante los cuales Dios comunica a la humanidad la gracia de la alianza. En razón de la ley de la gradualidad (cf. Familiaris Consortio, 34), propia de la pedagogía divina, se trata de leer en términos de continuidad y novedad la alianza nupcial, en el orden de la creación y en el de la redención.
Jesús mismo, refiriéndose al plan original sobre la pareja humana, reafirma la unión indisoluble entre el hombre y la mujer, mientras comprende que por la dureza de sus corazones Moisés les ha permitido repudiar a sus esposas, pero desde el principio no fue así (Mt 19, 8). De tal modo, Él muestra cómo la condescendencia divina acompaña siempre el camino humano, orientándolo hacia su principio, no sin antes pasar a través de la cruz.
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