“El mundo entero yace bajo el poder del Maligno”. 1 Juan 5, 19
Definitivamente que un paso previo a la conversión cristiana es la renuncia a Satanás y sus obras, puesto que no se puede servir a dos amos y menos, estando tan extremos, puesto que mientras uno, Dios, es el Amor eterno, el Bien por excelencia; el otro es el mal en todas sus manifestaciones. Desde los primeros siglos de la iglesia, como parte integrante del rito del bautismo y de la conversión, se tiene la renuncia a Satanás y sus Obras como una práctica común. Andar caminando en las obras y los terrenos de Satanás son pecados contra el primer mandamiento.
Obras de Satanás son toda práctica o actividad de idolatría, ocultismo y superstición, así como libros y objetos usados en este contexto. (Amuletos, talismanes, etc.) Pecados muy graves contra el primer mandamiento y a veces contra el segundo.
Veamos esta cita bíblica que refleja nuestra realidad actual:
"Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas. Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea como predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio". (2 Tim 4, 3-4)
Estos tiempos de los que nos habla Timoteo han llegado. Cada vez son menos los católicos que toman en serio su vida espiritual. Hoy la mayoría busca creer en algo que no le implique compromisos, que no le ponga exigencias para poder seguir viviendo conforme su volutad sin detenerse a consultar su conciencia. Esto Satanás lo sabe y a creado un sinfin de opciones para ellos. Creencias supersticiosas, ritos y filosofías que ahogan la fe verdadera y que desgraciadamente los atrapan en graves pecados.
Pecado y daño
Todo pecado nos causa un daño, a veces muy grave. Para que haya pecado en una persona, necesita haber conocimiento y consentimiento libre de lo que se hace. Pero para que haya daño, puede darse incluso por ignorancia, juego o curiosidad. Es terreno objetivo de contagio (del daño), haberlo cometido una o varias veces, y peor si se hace a ciencia y conciencia y por períodos largos. Puede existir pecado y daño al mismo tiempo. O sólo daño, aunque no exista pecado, o este ya haya sido perdonado y subsistir el daño en diversas áreas, intenso o grave.
Diversas formas de daño a causa del pecado.
Leve o grave, pasajero o estable.
Puede ser: fisiológico-orgánico, psicológico, moral o espiritual, con mayor o menor intensidad, transitorios o persistentes. Pueden darse coexistiendo con gracia de Dios e incluso con diversos niveles de virtud o santidad, porque la presencia o acción del enemigo no es en el espíritu sino en el cuerpo, a través del cerebro y del sistema nervioso.
Diversos grados de seriedad o gravedad en el daño se manifiesta en: perturbación, opresión, sujeción o posesión diabólica dependiendo de la profundidad, intensidad, o persistencia. La posesión diabólica es muy rara en países cristianos, pero lo demás es muy frecuente.
Dios nos pide, nos exige que para seguirlo, primero debemos realizar una renuncia radical y rompimiento a toda obra de Satanás: Prácticas, actividades y objetos aún y cuando no hayamos percibido daño alguno.
Para limpiarnos del pecado debemos seguir estos pasos: reconocimiento del pecado, arrepentimiento, confesión, y absolución sacramental.
Expuestos al odio
Cuando andamos en las obras de Satanás, nuestros corazones son expuestos al odio, rencor, resentimiento, etc. y quedan atrapados en esos sentimientos. Para limpiarnos los resentimientos. Ubicarlos y tener la voluntad de perdonar a cada persona, expresando interiormente el perdón hacia quien nos ha ofendido o lastimado. Para las obras de Satanás: reconocer en que campos se ha metido, arrepentirse, renunciar interiormente, voluntad firme de romper totalmente en adelante, expresar exteriormente la renuncia, decisión de deshacer y destruir toda clase de literatura y objetos, y después recibir una oración de liberación que es una forma de exorcismo menor como se encuentra en el rito bautismal de adultos.
Obras y terrenos de Satanás
- Astrología y horóscopos, lectura de las cartas, de la mano y del café o las galletas, ouija, espiritismo, espirtualismo.
- invocación de muertos.
- Magias: Magia negra, blanca, verde, roja, hechicería, brujería, curanderismo, maleficios, santería.
- Esoterismo: Grupos y procesos iniciáticos con ritualismos paganos donde se utiliza mucho, simbologías ocultas: rosacruces, masones, teosofía, illuminatis,
- Gnosticismo, filosofías orientales como feng chui, yoga, reencarnación, viajes astrales, meditación trascendental.
- Prácticas de poderes extrasensoriales.
- Cienciología o dianética.
- New Age.
- Hipnotismo.
- Devoción a la “Santa” Muerte.
- Fidencismo.
“Cuando entres a la tierra que Yavé tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yaveh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” (Deuteronomio 18, 9-13)
Cada quien debe de ver en que campos o actividades se ha metido, reconocerlos como contrarios a Dios. Decidir romper definitivamente con ello, para recibir el perdón y la liberación de DIOS y poder vivir la vida nueva que Dios nos da, para que se pueda manifestar el auténtico poder de DIOS, que es el Espíritu Santo.
«Si enseñas esto a los hermanos, serás buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Cuanto a las fábulas profanas ya los cuentos de viejas, deséchalos» (1 Tim 4,6). «jOh, Timoteo!, guarda el depósito a tí confiado, evitando las palabras vanas y las contradicciones de la falsa ciencia, que algunos profesan, extraviándose de la fe» (1 Tim 6,20,21).
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